La bobina de Ruhmkorff es un
generador eléctrico que permite obtener tensiones muy elevadas, del orden de
los miles o decenas de miles de voltios a partir de una fuente
de corriente continua.
Fue inventada hacia 1850 por Heinrich Daniel Ruhmkorff, mecánico
de precisión parisino de origen alemán.
Se utilizan para proporcionar alta tensión en sistemas
de descarga eléctrica en gases, en el tubo de Crookes, los tubos Geissler y en
otras investigaciones de alto voltaje. Su principal uso industrial fue probablemente el origen de los
transmisores de radiotelegrafía y la alimentación de los primeros
equipos de rayos X desde 1890 hasta la
década de 1920.
Los tubos de Geissler son tubos capaces de emitir luz de diferentes colores al aplicar
una descarga eléctrica en su interior, en condiciones de baja presión y con
distintos gases enrarecidos en su interior. Este dispositivo fue construido por
primera vez por el físico alemán Heinrich Geissler en 1856.
Al aplicar un alto voltaje a los terminales (proporcionado por un
carrete de Ruhmkorff o una máquina
electrostática), la
corriente eléctrica provoca la excitación de los electrones de las moléculas
del gas, que posteriormente vuelven a su estado fundamental, creando diversos efectos luminosos. La luz será característica del gas contenido dentro del tubo y
será compuesta de uno o más líneas espectrales estrechas.
En España se fabricaron muchos modelos en la Fábrica de Piedrabuena (Ciudad
Real) de Mónico Sánchez, el fabricante del Aparato de rayos X Sánchez en 1916.
Tubos de Geissler (IES Goya)
Durante la I Semana de la Ciencia el profesor Don Adalberto Piedrafita realizó distintas experiencias para los alumnos de Física de 2º de Bachillerato. En el siguiente vídeo se puede ver el uso ambos dispositivos.
Pablo Pallás y Antonio Ubalde (1º Bachillerato)
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